Al leer El día que se perdió la cordura de Javier Castillo, puedes aprender valiosas técnicas narrativas que elevarán tu escritura. Una de ellas es el manejo del suspense, ya que Castillo utiliza capítulos cortos y giros inesperados que mantienen al lector al borde de la silla. Además, la estructura no lineal de la novela, donde los hechos saltan en el tiempo, te enseñará a mantener el interés y dosificar la información clave sin abrumar a quien te lee.
Otro aspecto técnico importante es la construcción de personajes complejos. En esta obra, cada personaje tiene motivaciones profundas y conflictos internos que los hacen creíbles y humanos, lo que resulta crucial para crear una conexión emocional con el público. También puedes observar cómo Castillo utiliza el diálogo para revelar información de manera natural, sin recurrir a exposiciones largas o innecesarias.
En resumen, El día que se perdió la cordura te ofrece herramientas para perfeccionar el suspense, la creación de personajes y el manejo de una narrativa no lineal, aspectos esenciales para desarrollar una obra que mantenga al lector inmerso en la trama de principio a fin.